Las calicatas se conocen de igual forma como catas, y se utilizan como técnicas de prospección que facilitan el reconocimiento geotécnico de un terreno. Se caracterizan por ser excavaciones de profundidad pequeñas. Estas generalmente se realizan con pala, pica, machete, barra, etc. Esto facilita la inspección del suelo. Dicho método proporciona información confiable y completa, especialmente en los suelos con grava.
Cuando se va a trabajar con esta técnica se necesita la ubicación y elevación de cada pozo, la profundidad estará determinada por las exigencias de la investigación, aunque generalmente se da por el nivel freático. El proceso involucra el retiro de residuos, o materiales inservibles del área de excavación. Esto con la finalidad de obtener la mejor densidad del terreno.
Cuando se va a trabajar con esta técnica se necesita la ubicación y elevación de cada pozo, la profundidad estará determinada por las exigencias de la investigación, aunque generalmente se da por el nivel freático. El proceso involucra el retiro de residuos, o materiales inservibles del área de excavación. Esto con la finalidad de obtener la mejor densidad del terreno.
Dependiendo del terreno o del suelo a estudiar, se aplicada la calicata, por supuesto con las exigencias y recomendaciones de lugar, para poder obtener uno de los mejores resultados.
La sección mínima recomendada para una calicata es de 0,70 m de profundidad, por 1,20 m largo por 50 cm de ancho, a fin de permitir una adecuada inspección de las paredes. El material excavado deberá depositarse en la superficie en forma ordenada separado de acuerdo a la profundidad y horizonte correspondiente.
Las fotos se observan las calicatas que se llevaron a cabo en el Municipio de El Carmen de Chucuri en las veredas Birmania y Santo Domingo con los aprendices del programa de formación en aguacate.
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